viernes, 4 de diciembre de 2015

María Ruiz Faro (Biografía redactada por ella) :


Nací en Sevilla en 1973, podría haber nacido en cualquier otro sitio o en cualquier otro año, pero siempre hubiese sido, eso sí, un 11 de mayo.
Desde que recuerdo escribo, guardo cuadernos amarillos que escondía por toda la casa. Era como hablar sola. Siempre me ha gustado la soledad en medio de la gente. Y desde niña he notado que amaba y sentía diferente, que no entendía muchas de las cosas que para los demás, al parecer, eran normales.
En el Instituto tuve la oportunidad de crecer en esto de la poesía junto a uno de los grandes, mi maestro Ángel Leiva y ahí empecé a publicar, primero en antologías: “Nosotros” (1993) y “Doce Poetas Cantan” (1995), ambas de Lautaro Editorial Iberoamericana.
Después trabajaba cuidando a los hijos de un poeta, Bernardo Santos, quien creyó en lo que hacía y pagó la edición de mi primer libro en solitario: “La patente del Deseo” en Editorial Padilla (2000).
Aunque no he sido mucho de presentarme a premios, tuve una pareja que se empeñó en ello y gracias a él en el año 2002 obtuve el Premio Juvenil Ciudad de Lucena publicando así mi obra “Escrito en las Paredes”.
En 2004 participé en la antología “Sevilla, 24 poetas, 24 artistas” y en 2006 en la Antología de la Joven Poesía Sevillana “Alzar el vuelo”.
A partir de ahí, aunque seguía escribiendo, vicio este que me persigue implacable, dejé de publicar.
En 2013, gracias a mi encuentro con el también poeta y cantautor Pascual Cantero (Muerdo), reconecté con mi esencia, volví en mí y empecé una preciosa aventura que no termina con Pepeperez Editorial. Publiqué así “La Noche Multiplicada”, que es una antología de lo anterior más otros poemarios. Tuve la gran suerte, aunque no sé si eso existe o todo es actitud y proyección, de colaborar con mis poemas con músicos, cuenteros, fotógrafos…En fin, de rodear a la palabra de otras bellas artes.
En 2015 sale mi última obra “Vuelo con Raíces”, también en Pepeperez Editorial. Es un poemario este muy especial para mí, donde invito a volar, a desaprender y a no esperar, a amar con determinación de kamikaze que en estos momentos es lo único que me importa.
Por ahora, aunque todo cambia en mi vida, hay dos cosas que permanecen, mis dos hermosos hijos, Ulises y Mara y esta irreprimible manía de convertirlo todo en tinta.

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